26 dic 2014

AÑORANZA NAVIDEÑA



"En la Puerta del Sol como el año que fue,otra vez el champán y las uvas y el alquitrán..." (Mecano). Cuando suena de nuevo por todas las emisoras de radio esta canción que anuncia el final del año,revivo con añoranza  mis navidades de antaño,cuando era niña y todo lo veía a través de unos ojos llenos de ilusión...Recuerdo aquél tiempo con mucho cariño,Navidades de escasez,sin lujos,pero navidades felices,navidades de patio de vecinos donde un pozo adornado con colorido espumillón saciaba nuestra sed y era símbolo inequívoco de aquellos patios andaluces.Vienen a mi mente recuerdos de personas que ya no están,olores a miel y matalauva,sabores a turrón (del blando,que la abuela no tiene dientes!),mantecados,polvorones y alfajores caseros,y sonidos de panderetas y zambombas que algún coro de campanilleros tocaba con afición.Cenas de Nochebuena y Nochevieja compartidas,copitas de anís para bajar el mantecado que se hacía bola en la garganta y no pasaba y las voces de las vecinas que, alborotadas,se organizaban para cocinar lo que cada una podía...
-¡¡Manuelaaaaa!!¿tú qué vas a traer?
-Yo un poco de caldo de gallina.
¡¡Sebastianaaaaa!!¿tú? 
-Pues yo,un conejo al ajillo ,que lo cazó mi marío!
...y Catalina,Catalina siempre se encargaba de los dulces que nos dejarían el regusto a felicidad de aquellos bellos momentos de amistad,cante y baile alrededor de una candela...Y yo...yo cada año me encargaba de poner las uvas en platitos ¡cuidado que no falte ninguna que dicen  que trae mala suerte!...¡Cuántos recuerdos! ¡cuánta nostalgia! ¡qué diferentes son mis navidades ahora! ¡cuánto me gustaría poder contar mis navidades de los últimos años,pero,es imposible...Ya no existe la navidad en mi casa,ya no se ponen luces,bolas,espumillón ni el Nacimiento,ya no se come turrón,no se bebe anís ni se cantan villancicos...ya Manuela,Sebastiana,Catalina,la abuela y tantos otros no están entre nosotros...ya no hay ilusión,ya no hay algarabía...ya no soy una niña,ya la navidad,para mí,solo es un bonito recuerdo que golpea con fuerza mi alma dolorida y dañada por el paso de los años y las huellas que va dejando la vida.                                                                     

24 dic 2014

FERNANDO, FERNANDO QUE VIENEN LOS DE PALENCIA.




Fernando, Fernando, que vienen los de Palencia, mis primos de Palencia, con los niños. No los veo..., no se, desde la boda de Petri por lo menos, no sabes la ilusión que me hace y en estas fechas además, tendremos que poner una mesa más, porque estrecharnos más ya me va a parecer excesivo, aunque podríamos poner una mesita al lado de la principal para que comieran los pequeños y quizá hacerles un menú especial para niños; no me pongas esas caras Fernando, no va a representar más trabajo y además yo lo hago muy a gusto. Ah, y otra cosa, tienes que arreglar lo del río del belen, no luce nada con el agua estancada y ya sabes que mi prima de Palencia no tiene muy buena lengua y luego va con el cuento de que somos muy dejados y mi tía se la guarda y la suelta a las primeras de cambio. Bueno, otra cosa, que estamos en Navidad y no hay que criticar. Tu hermano trae el vino y mi hermana el champán, a ver con que vino se descuelga, que el año pasado que vinieron los de Ariza, pasé un apuro tremendo, porque Juan Ariza que es tan puñetero dijo aquello de que él no bebía cadáveres con aspecto de vino; porque el champán de mi hermana era como si fuese frances , que nadie dio ni una queja..., Ay, Fernando, que feliz soy, dame un abrazo muy fuerte, no se que haría sin tí, sin tu calor; es que te parecerá mentira pero tus abrazos, tu calor, tus besos me dan la vida. Bueno ya está bien de ponernos sentimentales que quedan muchas cosas por hacer , venga a trabajar que se nos echa el tiempo encima y esta noche tiene que quedar todo como si, iba a decir, como en un restaurante de cinco tenedores, pero eso sería poco, va a quedar todo de hogar feliz, contigo al lado. No se que sería de mi.

-Me han llamado, soy el marido de Josefa, ¿ha habido alguna novedad?

-Ahora viene el médico, espere un momento.

Fernando se frotaba nervioso las manos, retorciendoselas con rictus de ansiedad insufrible, mientras espera que apareciese el médico de la UCI.

-¿Don Fernando?

-Diga, ¿alguna mejoria? dígamelo, diga algo, por dios.

-Esta mañana ha estado muy inquieta, el ritmo cardiaco se alteraba sin razón aparente. Se le hizo un electroencefalograma y era atípico también, como de excitación extrema, como de alerta ante una situación extrema. Interpretramos que eran signos de que el final estaba cerca.

Fernando interrogó con la mirada; necesitaba que le dijesen que se iba a recuperar. Su mujer "tenía" que recuperarse. Al fin el médico le sujetó por los hombros instandole con su gesto a que se tranquilizase. Cuando Fernando dejó humillar los hombros, el médico explicó.

- Se que es una decisión dificil y más en este día, pero después de once meses y sin mejoría y a la vista de la reacción de esta mañana, lo correcto sería desenchufar el respirador.

- Pero -repuso Fernando- no responde a nada, de nada, no se, en otro hospital...

-Créame que lo siento, no hay lugar en el mundo donde puedan hacer algo más. La comisión de ética ha deliberado y lo ético en esta situación...

-Y si me niego...

-Le dariamos el alta y bajo su responsabilidad usted se la llevaría donde quisiera..., créame un 24 de diciembre es muy duro para mí tener que decirle esto -acompañó la última frase de un apretón en brazo como para acompañarle en solidaridad.

Fernando hizo todos los esfuerzos inimaginables para no romper a llorar, pero las lágrimas eran tenaces y le desbordaban los parpados y le hacían moquear, sin dejarle ni resollar ni responder; se repuso un poco y aún hipando pudo preguntar:

-Podría despedir..., la voz se le rompía, despedirme de ella. Siempre me decía que mis besos .y mis abrazos le daban la vida...

-Naturalmente, esté usted el tiempo que necesite para darle el ultimo adios. Lo siento.

Fernando entró al box de la UCI donde Pepa, "su Pepa", yacía inerte, sin poder tocarla desde hacía meses. El respirador le inyectaba aire en el pulmones de forma regular con un sonido acompasado haciendo que su tórax se levantase y deprimiese; el pitido del monitor cardiaco decía a cada momento que esa vida era suya. Se acercó a la cama con respeto reverencial y le sujeto la mano, fría como el marmol. No pudo remediar estallar en un sollozo ruidoso que consiguió que la enfermera que estaba en ese momento en el control abandonase respetuosa su puesto.

-Amor mio, tu no tuviste..., aquel borracho..., maldito sea, y ahora no se como voy a poder seguir respirando si tu no respiras.

Entonces en un impulso se abalanzó sobre la cama y cubrió de lágrimas y besos su cara, sujetando por la nuca la cabeza de su mujer estrechandola fuertemente entre sus brazos.

-Siempre dijiste que mis abrazos te daban la vida, pues ahora te doy mi vida para que tu vivas, no quiero seguir viviendo si tu no vives tú.

Después de una eternidad abrazando a su mujer Fernando sintió como alguien le reclamaba su atención sujetandole por el hombro.

-No se torture mas Fernando. La vida sigue. Usted no la olvidará nunca, pero tiene que seguir, por sus hijos, por sus nietos.

El médico rodeo por los hombros a Fernando empujandole hacia la salida y en ese momento el monotono pitido del monitor, se descontroló, comenzó a pitar de forma anárquica, se detuvo un interminable instante al cabo del cual retomó su ritmo, pero con más alegría, optimista. Fernando y el medico se volvieron y alcanzaron a ver como María movía dos dedos de la mano donde tenía colocado el saturímetro.

Los dos, como petrificados escucharon con claridad:

-Estará preparado todo para esta noche, Fernando, que se que eres un desastre.


22 dic 2014

ESTÁN TODOS INVITADOS...


"Están todos invitados" rezaba un cartel a la entrada del edificio. Joe llevaba varios minutos observando el gran inmueble y la puerta, preguntándose si la invitación sería extensiva a un indigente muerto de frío. Era un novato en lo de vivir en la calle y aun sentía que le quedaban cosas por perder, como la vergüenza o la dignidad.
Así que se estrujaba los sesos observando el portalón de madera y la fachada de ladrillo rojo tratando de decidir qué hacer.
Tal vez dentro pudiese comer algo y seguro que podría calentarse un poco. Con suerte, incluso habría chicas bailando. En la calle veía pasar a cientos de ellas embutidas en sus abrigos, pero joder, verlas meneando el culo soñando con llevarse a alguna a casa era algo que echaba de menos. Demasiado bonito para no pensar que había trampa.
De la nada se había materializado un tipo enchaquetado junto a él. De esos que llevan un maletín de cuero de marca y abrigo de paño tres cuartos sobre el traje a medida.
-¿Qué, amigo, se decide a entrar o no?
-Desconfío. Me da que en cuanto entre y me vean, me echan. ¿Por qué no entramos juntos?
-Yo no pinto nada ahí. Debe ser algo de caridad. Me paré solo porque me diste curiosidad.
-Tal vez haya chicas.
El desconocido soltó una carcajada hastiada
-Créame, amigo. Si ahí dentro hubiese tías que mereciesen la pena, no estarían todos invitados.
-Usted es de ese tipo de personas que no necesita soñar ¿Cierto? Si quiere algo lo paga y punto, sin que medie espera o ilusión.
-¡No se ofenda, hombre! Mire, me llamo Julio, ¿Le apetece tomarse una copa? Seguro que le viene bien, y se me ocurre que entretanto podríamos observar qué se cuece aquí.
-Me vendría mejor comer algo, ya puestos.
-Podríamos arreglarlo. Acompáñeme.
Se instalaron en una mesa alta adosada al ventanal del café, al otro lado de la calle peatonal, desde la cual podían ver si alguien entraba a o salía de aquel edificio. Todos parecían tratar con deferencia al tal Julio, y enseguida trajeron a Joe un par de sándwiches y un whisky. A Joe le resultó raro comerse un mixto bebiendo McCallan, pero no estaba en situación de mostrarse remilgado.
-¿Por qué me invitaste, Julio?
-Supongo que aun puedo comprar un rato de charla.
-Confías mucho en tu dinero y te crees que eso es seguro, pero incluso eso se puede esfumar en cualquier momento. ¿Era amigo tuyo?
-¿Amigo mío?... No sé a quién te refieres.
-Al tipo por el que te dejó tu mujer.
-Chico listo. No, no era amigo mío.
-Pues igual que te pusieron los cuernos, podrían haberte estafado y a ver cómo te pagas la compañía entonces.
 -Ya ves que hay ilusiones que no se pueden comprar, es la maldición de aspirar a cosas inmateriales.
-Recordaré eso cuando vuelva a dormir en una cama caliente y tal vez llore un rato por ti, Julio.
Joe se arrepintió inmediatamente de decir eso, después de todo, con él había sido muy amable.
Sin embargo, Julio se sonrió con la cabeza agachada, en gesto de negación.
 -¿Cómo acabaste en la calle, Joe?
-Malas decisiones. Siempre son malas decisiones. Lo jodido de una decisión es que hasta que no sufres sus consecuencias te parece correcta.
-Ya... Pero tú no pareces un tipo que haya perdido todas las oportunidades. Es decir, aún no se te puso cara de desheredado, ya sabes, a veces miras a alguien y sabes que ya nada lo podrá salvar.
-¿Tú me ofrecerías un trabajo?
-Honestamente, no.
-Pues no me toques los huevos. Mira, hay chicas, te lo dije.
Julio se volvió en su silla. En efecto, había dos chicas jóvenes paradas donde antes habían estado ellos, en actitud similar. 
-Espera aquí, Joe. Voy a hablar con ellas.
Al cabo de unos minutos, regresó acompañado de las dos chicas. Iban maquilladas y cuando se quitaron los abrigos, se hizo evidente que pretendían salir de fiesta.
-Mirad, este es mi amigo Joe. Joe, ella es Maribel, y tú eras...
-Claudia.
Las chicas parecieron incomodarse un poco con su presencia, pero aún así lo saludaron.
-No tienen aspecto de ser amigos -Soltó Claudia sin pensar.
-En realidad Joe y yo nos preguntábamos que habrá ahí dentro, como parecíais hacer vosotras. Él cree que debe tratarse de una especie de fiesta, y yo que es un comedor social.
-A mi me suena a religión. O peor, una secta. Seguro que en cuanto entras se te echa encima un montón de gente de buen rollo para convencerte de la felicidad de la nueva era -intervino Mari.
-¡Joder, ya saltó la testigo de Jehová reconvertida!
Todos se echaron a reír con el comentario de Claudia y eso distendió el ambiente. 
-Tomaos algo, anda. Es pronto para llegar a ninguna fiesta. A menos que os esperen ya...
-Ahórrate las sutilezas, Julio. No hay novios esperando, ni fiesta. Salimos sin plan, a ver que nos encontrábamos.
-Por eso os parasteis a mirar.
-Obvio, pero no nos convencía.
-Entonces, ¿qué os pido?
-Ginebra, la que te parezca.
Julio pidió las ginebras y otra ronda de whisky. Cuando las sirvieron, Joe se echó un trago y preguntó a las chicas:
-¿No tenéis familia esperando? Me parece raro que andéis por ahí una noche tan señalada.
Claudia miró a Maribel, negando imperceptiblemente. Julio no se percató porque estaba mirándole las tetas, pero a Joe el gesto no le pasó inadvertido.
-Vinimos aquí a pasar unos días porque necesitábamos cambiar de aires. A veces apetece quitarse un poco de en medio.
Joe percibió la incomodidad y decidió cambiar de tema.
-Entonces, ¿entramos cuando nos acabemos esto? No me creo que no os pique la curiosidad.
-¡Bah! -intervino Julio- lo que sea que haya dentro no va a ser mejor que esto. Tomémonos unas copas y que le den por culo, a mi me apetece más quedarme un rato con vosotros.
Poco a poco, la charla se fue perdiendo en todo tipo de temas y derroteros.
A medida que las copas iban haciendo efecto, y por momentos, Joe se sentía devuelto a otros tiempos mejores. Julio resultó ser un amante frustrado de las artes, y Maribel una bromista nata. La única que se mantenía un poco al margen era Claudia, pero aprovechando una de las ocasiones en que fue al baño, Maribel les contó que había tenido problemas de drogas, y que no acababa de superar la depresión que arrastraba desde hacía tiempo. De hecho, ese había sido el motivo de su viaje, apartarla de las fiestas en familia, que la ponían peor, y de amistades inconvenientes. Desde ese momento, despertó cierto cariño en ellos.
Todo marchaba como la seda hasta que Julio decidió darle otro empujón a la velada:
-¡Oidme! No esperaba a nadie esta noche, pero por algún motivo, lo dejé todo dispuesto para la celebración. ¿Por qué no os venís todos a casa y celebramos la Navidad juntos?
Por un momento, a Joe se le iluminaron los ojos.
-¡Oh, gracias! -dijo Maribel- pero mejor no. Teníamos pensado buscar cualquier sitio para cenar, y después buscar alguna disco, o así. Conocer gente de nuestra edad y eso. ¿Lo entiendes, verdad? De hecho ya deberíamos irnos.
-Sí, ya deberíamos irnos -apostilló Claudia.
-Por supuesto, lo entiendo.Pasadlo bien, chicas.
Joe no hablaba. Se despidió con un gesto mientras cogían sus cosas y se marchaban. Después, quedaron en silencio hasta que de nuevo, Julio decidió romperlo.
-¡Al carajo! Me parece que voy a llamar a un par de putas y decirles que se traigan algo con lo que colocarnos. Vente conmigo, Joe.
-Paso. No quiero hacerme ilusiones para despertar mañana y tener que volver a la calle. Si me quieres ayudar, déjame algo de pasta. En cualquier, caso, gracias.
Julio sacó la cartera y le metió un par de billetes de cincuenta en el bolsillo de la chaqueta.
-Gracias a ti, Joe. Cuídate.
-Pásalo bien, tío. Hasta otra.
Joe se apresuró en cruzar de nuevo la calle hasta un bazar que seguía abierto en la esquina y compró un par de mantas baratas. De vuelta, le echó un último vistazo al cartel, sin llegar a detenerse.

"Están todos invitados"

Dentro, todo se había dispuesto de manera que fuese cual fuese la necesidad o ánimo de quién llegara, se pudiese satisfacer. Había habitaciones con camas confortables. Salas de juego. Un salón con un proyector de cine. Comida, bebida, libros. Había salones con sofás para poder sentarse a charlar, reservados para practicar sexo, una capilla por si alguien quería orar. También había otras habitaciones con equipos de música y salones de baile.

En el salón principal, junto a la chimenea, Mr. Scrooge se sentía extrañado de que nadie hubiese entrado aún, y se empezaba a preguntar para qué habrían ido a tocarle las narices los fantasmas.




21 dic 2014

UN CUENTO DE NAVIDAD


Era una familia perfecta, feliz.
Eran guapos y ricos y simpáticos.
Formaban esta familia, el padre (ejecutivo), la madre (ama de casa y representante de Avón), un niño de 10 años, Jon y un hermoso gato blanco como la nieve pura de Kilimanjaro, el gato tenia 16 años y se llamaba Toto.
El gato, desde que nació el niño, se dedico a cuidarlo y a seguirlo y por las noches se acostaban juntos, no podían vivir el uno sin el otro.
Era una familia rotundamente dichosa y esperaban con ilusión la llegada de la noche para celebrar la navidad.
El árbol, en el gran salón, el gran árbol, con regalos para todos, empaquetados con papeles brillantes, también Toto tenía su presente.
Pasan un grupo de mendigos pidiendo comida, llaman a la puerta, sale el padre y le dice: "fuera, fuera que oléis mal". La madre grita desde dentro:  "que no se acerquen al Jon ni a Toto, les pueden contagiar algo".
Se marchan los mendigos.
La madre en la cocina,  guisando el pavo, el padre, en su despacho mirando páginas pornográficas en el ordenador y cascándosela.
Jon, jugando con un Air forcé one en miniatura.
La hora de la merienda, va Jon al cestillo de Toto, para llevarle a la cocina: "Papaaaaaaaa, Mamaaaaaaa, no esta totoooooooooooooooo".
No puede ser, lo buscan por toda la casa, Jon coge una bufanda y sale corriendo a la calle, sus padres llamándole a gritos.
Nada, Jon desaparece.
En la comisaria todo un despliegue de medios para encontrar al niño, es el hijo de un ricacho que les hace pingües donativos.
Volvamos a Jon, recorre las calles aterido de frío y llamando a su gato: "Totoooooooo".  Pasan las horas, oscurece, se desorienta, se pierde, sale de la ciudad, llega a los arrabales.
Duerme un rato en un portal, las ratas se le pasean por encima, barrio marginal, barrio de dolor y pobreza.
Vuelve a andar:
 Totooooooooooo", tiene hambre y miedo, debe ser muy tarde ya.
De pronto, un grupo de gente alrededor de una hoguera, están debajo de un puente, cenando, celebran la navidad.
- Hola pequeño
- Hola
- ¿Te has perdido?
- Creo que si
- ¿Tienes frió?
- Mucho
- Toma tápate con esta manta.
- Huele raro
- Si, es un sudario que robamos del cementerio
- ¿Tienes hambre?
- Mucha
- Toma, un plato de guiso, hay para todos
El niño como ávidamente, devora, mas bien.
- Estaba muy rico, gracias, que era
- Era una delicatessen, alimentada con lo mejor
- ¿Y esa chapa del suelo?
- Era el control de calidad.
- Pero......., si pone Toto
- Si, no nos dieron de comer en la casa y nos servimos nosotros mismos
Jon sufre unos espasmos, vomita espuma, y cae al suelo
Los mendigos salen corriendo, escuchan se acercan unos coches patrulla ululando.
Papa, Mama, los polis, recogen al niño, su alegría se torna en estupor, parece muerto.
En la morgue les confirman, Infarto, cosa rara en un niño de tan corta edad.
Papá, mamá, observan tiene el puño cerrado, se lo abren, atesora una chapa en la que se lee Toto.
Fin de la familia feliz.


CASTILLO DE CORCHO Y VENTANAS DE PAPEL DE CELOFÁN ROJO




Era de esas personas que odiaba la Navidad. Seguramente no tuvo una infancia muy feliz. 

Le enseñaron que la Noche Buena no era buena, era triste por las ausencias, nadie se alegraba por los que sí estaban allí.

El único buen recuerdo que guardaba era la visión del castillo de los Reyes Magos, al fondo, en la lejanía de aquél Belén que todos los años montaban en su casa. Castillo de corcho y ventanas de papel de celofán rojo, como si dentro brillase la luz. 
Se pasaba horas mirando aquél paisaje de musgo y barro, de agua plateada y caminos de piedrecitas. Imaginaba el viaje, y miles de historias que le alejaban de lo que le rodeaba. 
Creció, y casualidades de la vida el periodo navideño se amplió a 33 días. Aniversarios, cumpleaños y fiestas de guardar confluían inexorablemente todos los años en 33 días. Encajaba la alegría con la tristeza más profunda en esos 33 días.
Balances de todo tipo, lo que falta, lo que sobra, el paso del tiempo…todo rodeado de luces y espumillón. 
Semejante vaivén emocional no podía llevar a nada bueno y tomó una decisión. 
Decidió no celebrar días concretos, decidió celebrar todos los días. Todos los días podían ser Navidad, buenos para regalar buenos deseos. 
Rescató del olvido las historias que un día imaginó y ahí anda, viviendo, encontrando luces de colores en cientos de miradas, adornando el día a día con estrellas y guirnaldas de colores.
Y cuando la tristeza asoma, testaruda, en estas fechas, la invita a su fiesta cotidiana, la sienta a su mesa y le agasaja con tartas, bombones y turrón de mazapán.

19 dic 2014

OLOR A NARANJA




Cada Navidad me acuerdo de mi tío Segundo. Se llamaba así porque el nombre del padre lo heredó el primogénito, como era costumbre.

Mi tío Segundo nació y vivió para el campo. Además ayudaba como jardinero en un convento de monjas y allí se enamoró y enamoró a una novicia que colgó los hábitos por él, le dio tres hijos y amamantó a otros tantos como ama de cría. Pero esa es otra historia.

Una Nochebuena, Segundo debía tener seis años y pasaba las tardes tras los mulos y los borricos para recoger los cagajones para abono,  Padre se puso el mundo por montera y compró una naranja para cada hijo. Todos, cinco por entonces, devoraron el manjar excepto Segundo, que la saboreó con calma y repitiendo entre gajo y gajo:

― Hoy sí que disfruto yo, madre.

Guardó la peladura durante mucho tiempo y cada noche, al acostarse, la olía y sonreía. Lo contaba mi madre cada Nochebuena, mientras se comía una naranja entre la cena y los turrones.

Por eso cada Navidad, aunque las cosas no vengan bien dadas, huelo una naranja y me digo:

― Hoy sí que disfruto yo, madre.

(El niño de la naranja fue uno de los últimos lienzos pintados por Vincent van Gogh antes de suicidarse.)

18 dic 2014

CONCURSO ¿Cómo hago para ganarme un ejemplar de “Relatos marranos”?


CONCURSO ¿Cómo hago para ganarme un ejemplar de “Relatos marranos”?

2- Sugieres la página a contactos que creáis que les pueda molar.
3- Te haces una foto marrana(o todas las que quieras). Marrana en rioplantense es "chancha". Acuérdate que el señor Facebook no nos permite el despelote total. 
4- Envías tu/s foto/s, tu nombre y dirección postal a lavenganzadelafea@gmail.com Tienes tiempo hasta el 18 de enero.
5- Las fotos se irán subiendo a un álbum en la página de Lavenganzadelafea y en el Instagram: @lavenganzadelafea La foto que consiga más “me gusta” en Facebook o  en Instagram será la ganadora.
6- Además la fea presidenta elegirá una foto extra de entre todas las recibidas.
7- Las 2 fotos ganadoras recibirán en su casa (VIVAS DEL LADO DEL HEMISFERIO QUE VIVAS) un ejemplar de este maravilloso proyecto de Pol.len Ediciones. 
8- Si no eres lo suficientemente fea y vengativa para participar de este concurso…. bueeeeeno vaaaaale... puedes comprar un ejemplar enviándome un mensaje privado o en http://pol-len.cat/products/relatos-marranos-antologia y en las librerías de Barcelona.
 — con Damian Cano




LA ESTRELLA ESTRELLADA




Ohhhhhhhh...
La blanca navidad
llegaaaaaaaaa
y nos alegra el corazooooooon
presto, presto, prestísimo
que de invitados van a venir
¡si!
Tengo que hacer muchas compras
viandas y golosinas y bebidas aromáticas
cocinar abundantes exquisiteces
preparar la mesa con el mantel del abeto
el de la abuela, que le va a hacer ilusión de ver
bajar del altillo la taza de porcelana
para que el abuelo coloque sus dientes
el Marqués de Riscal para papá
y las nécoras para mama
¡si!
ohhhhhhhhhhhhhh...
La blanca navidad
y el árbol, cuajado de bolitas
y en lo mas alto una estrella
la estrella de mi suerte
la que os va a guiar hasta mi puerta
y el belén, el belén de Tobago
con los reyes magos
que traen al niño porros, coñac y mazapán
¿mazapán digo?
si, pan de Cádiz, abundante
y anis del mono, este año mona
¡si!
ohhhhhhhhhhhhhh...
La blanca navidad
y cantaremos villancicos
con zambombas y armónicas
y a las 12 la misa del gallo
este año igual de gallina
y luego, partida de cartas
a chiquita la puesta
que bien
¡si!
ohhhhhhhhhh...
La blanca navidad
por cierto, donde habéis estado
pues años os he buscado
pero he oído en la televisión
que en navidad se vuelve sin remisión
todos preparado ale hop
¡si!
ohhhhhhhhhhh...
La blanca navidad
son las tres de la mañana
la comida se esta secando
os fuisteis de uno en uno
pensé volvíais juntos
pero, ¿qué pasa? la estrella del árbol
la estrella corre hacia la ventana
me asomo
¡ah!
Os montáis en ella, venís cantando
con cierto retraso
¡mecachis la estrella!
¡si!
ohhhhhhhhhhh...
La blanca navidad
estrella, aquiiiiiii, aquiiiiiiii
ven, no te despistes
es igual salgo a buscarte a guiarte
lo mismo que tu guiaste a los magos de Tobago
me subo al alfeizar de mi octavo piso
y salto hacia ti.

DELICATESSEN





Aquel año atiborraron la mesa de pudin de esperanza,patatas al olvido,manzanitas quita penas y un montón de frutas aromatizadas a la alegría.

Honraron a los muertos pero sobre todo a los vivos y decidieron que para el turrón y las peladillas siempre habría tiempo.





12 dic 2014

HEDY LAMARR DE BELLA.



Hedy Lamarr

La calificaron como la mujer mas bella del siglo 20.
Nació en Viena el 9 de Noviembre de 1914.
Por ello el homenaje por parte de este Blog, acaba de cumplirse el centenario de su nacimiento y decir también que el 9 de Noviembre es el día del inventor como tributo hacia Hedy. Inventó lo que sería el precursor de la wiffi actual, durante la segunda guerra mundial.
Escribió sus memorias cuando tenia 55 años, las tituló "Éxtasis y yo", de ese libro de 1966, editado en México, extraemos nuestros comentarios.




Cuando tenia 13 años, la llamaban patito feo, quince años después, los cirujanos plásticos no daban abasto para terminar las narices a lo Hedy Lamarr que les pedían las mujeres.




Mala estudiante, haciendo una pira, se acercó a los estudios de cine Sascha y le hicieron una prueba, participó en tres películas mudas y llegó "Éxtasis", película que da nombre a sus memorias.


Según Hedy: 
" En Estados Unidos se ha prohibido la exhibición publica de la película por indecente, inmoral y corruptora de la juventud. La objeción principal no se refería a la escena en que me bañaba desnuda en el lago, ni aquella en que corría desnuda ente lo árboles, sino a los primeros planos de mi rostro en la secuencia en que la cámara anota las reacciones de una novia ansiosa de amor durante el coito".
Fama mundial, primera película en que aparece una mujer desnuda y fornicando y la cámara capta sus gestos en primer plano, la pinchaban con una aguja desde debajo el colchón cuando debía gemir, y... bueno, ya saben.


La Casaron con Mandl, rico, riquísimo que suministraba armas a Hitler y Mussolini en 1933, la compró a sus padres y la tuvo recluida en su castillo dos años. Durante su cautiverio estudió ingeniería y preguntaba mucho a los amigos de su marido. Consiguió escapar pasó de Francia a Inglaterra y  la encontramos de nuevo en Estados Unidos haciendo películas, hasta que llega su famosa "Sanson y Dalila", con Victor Mature. 


Victor Mature, considerado uno de los peores actores de la historia del cine, todo pectorales y cara de pasmo. Decían que era el único que en sus películas tenia mas pecho que la protagonista femenina.
Fue una vez el Mature a un restaurante en el que no admitían actores y dijo al portero (literal) "No soy actor, tengo 64 películas y cientos de artículos de crítica de cine que así lo avalan". Mature, hizo varias películas de corte bíblico que aun se reponen en Semana Santa, potra tuvo el Sansón.


Edit Head, diseñadora de vestuario de "Sansón y Dalila", tuvo un encontronazo con Dalila, quería el mismo modelo que le ofrecían pero en color rojo, pues se supone debía excitar a Sansón, logro su deseo y acertó.

Peliculas, películas, cinco matrimonios, muchos amoríos con hombres y mujeres, mucho derroche, llegan lo momentos del otoño, escasea el trabajo, ha dilapidado una fortuna. No tiene ni para hacer un regalo de boda a su hija y tiene que desprenderse de su colección de sellos.


Vuelta a las primeras páginas, la encuentran robando en unos grandes almacenes, morbo en bandeja.


Después, el ocaso.



Pero, además de bella, bellísima y de no saber elegir bien sus películas, pues rechazó algunos bombazos, como por ejemplo "luz de gas" y "Laura". Además de todo, era muy inteligente,
"El compositor George Antheil y ella idearon un sistema de detección de los torpedos teledirigidos utilizados en la contienda. Inspirado en un principio musical, el invento funcionaba con 88 frecuencias, equivalentes a las teclas del piano, y era capaz de hacer saltar señales de transmisión entre las frecuencias del espectro magnético.





Hedy, creo que naciste con 100 años de antelación. Un beso.



(Dedicado a Ana, porque sé que le gusta mucho el cine, porque ella lo vale y porque me da la real gana.)