11 feb 2015

LA SECTA DE LA COMPRA


Hacía ya tiempo que se podía percibir el olorcillo a chamuscado proveniente del cableado, en alguna ocasión incluso una gran nube de humo negro lo invadía todo,  el cortocircuito estaba a punto de producirse, y ya se sabe: “No hay cable que cien años dure sin cruzarse, ni máquina que lo resista”.

Se encontraba perdida en aquella dimensión que durante tanto tiempo había sido su particular Narnia, “el método” se había convertido en la constante, mientras el alma se estaba perdiendo envuelta en una nebulosa de gases tóxicos, cada vez se encontrada más helada  y a años luz de la tierra, de la tierra prometida.

Nunca fue a la guerra, pero estuvo en ella, su armadura había sido una  caja de tiritas, su casco una vieja escafandra seguramente perteneciente al atrezzo de “20.000  leguas de viaje submarino” ( Verne, este si que fue un visionario de tres pares de cojones),  desprovista de calzado apropiado sintió cada una de las piedras del camino, y de repente se vio allí sola en aquel campo de batalla desolado y devastado por la carencia, siempre acechante en la sombra, dispuesta a despedazar la cálida carne.

Aquel horrible olor a óxido la mareaba, notó como por su mano derecha corría un templado líquido,  rojo, se sentía contrariada, su puño apretado y cerrado con rabia escondía algo, sintió miedo de abrirlo, de que no le gustase lo que este guardaba, nunca buscó rosas con espinas, ni piedras que arrojar, ni afiladas cuchillas con las que cortar, solo bailar. Temblorosa fue abriendo su ensangrentada mano, poco a poco, hasta que…solo había una  llave que ella reconoció al momento, era la llave de su pequeña cajita de música, la había guardado tan celosamente durante todo este tiempo que incluso sin darse cuenta se había herido a si misma, clavándose sus propias uñas.

Le contó todo esto a su amiga que también había despertado de un sueño extraño, y al final de la larga charla, recordó las palabras que le había dicho alguien que la apreciaba: “A veces es necesario romper con todo, aunque no se sepa hacia donde se va.”
Otro amigo le decía de vez en cuando que había que “relativizar”, ¿por qué?, ¿acaso el Nilo relativizaba cuando llegaba junio? Pues no, sin sus crecidas que lo inundaban todo nunca hubiese existido el imperio del antiguo Egipto, así que no me da la gana, me desbordo cuando quiero, prefiero años de sequía sabiendo que vendrán mejores que presas de contención, que no estoy yo a estas alturas pa inaugurar pantanos.

No se tomen esto demasiado en serio, se trata de una paranoia elevada a la máxima potencia, aunque no olviden nunca que la realidad siempre está dispuesta a superar a la ficción., un simple desvarío, pero como el ser humano es tan sumamente gilipollas como para estar en continua búsqueda de lo que sea,  pues eso, que cuando se cierra una puerta nos empeñamos en abrir una puta  ventana, además todo se compra y se vende o está en San Google,  así que mi amiga Marifló y yo (gilipollas por antonomasia) hemos decidido después de visto lo visto poner el siguiente anuncio:


SE BUSCA :

SECTA APAÑÁ PARA INGRESAR DE INMEDIATO.

LA PANDERETA Y HOJAS DE PARRA LAS PONEMOS NOSOTRAS,

SE RUEGA SERIEDAD.



(Si ven dos locas con una pandereta en la puerta de algún centro comercial, al menos echenle cuenta, lo mismo les roban… una sonrisa).


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