20 ene 2014

...casi aparece una sonrisa



https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrByYv0HBcsWqoGOhtGJ1Q9sQ_elcmo6sG8psUFwGMFbCFr9J78fuoPXfVMKyK69FAlhYozmi6heR04-xUAJOGK5jfyUZ4XW6EddbBOre4pknzPXRjbyIbI7SqE-36cVtBB9Pt5h0YNESw/s1600/1-mujer+maltratada+violencia+generos+mujer+golpeada+llorando.jpgEnvuelta en soledad y acurrucada, casi encogida,
ve la televisión y podría decir que, casi, está bien.
Su oído, siempre  alerta, detecta a lo lejos el movimiento del ascensor.
Su cuerpo se tensa y reza para que el ascensor no pare...
cuando sus ruegos no son escuchados... deja de respirar.
Él entra, va hacia ella, la besa en la frente... y el miedo y las nauseas aparecen casi a la vez que el olor del alcohol.
Todo está en orden: la casa limpia, la niña acostada, su cena preparada en la cocina... y vuelve a rezar para que no falte nada.
La película sigue, pero ella ya no la ve.
Cuando él, por fin, se acuesta, respira hondo, cierra los ojos y empieza a soñar.

Y se ve con un un vestido corto de flores, perfumada de esperanza, riendo y alborotando junto a su hija. en esa misma casa pero sin sus ropas, sin sus botellas, sin él.
Y entonces en su cara, casi aparece una sonrisa.





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