MITSUBISHI Y YO.

Mitsubishi es pequeño, suave, peludo.
cuando le llamo, como si no me escucha, sigue a lo suyo,
cuando se marcha, normalmente es para hacer sus necesidades,
no olisquea florecitas, olisquea sus piedritas.
Es un okupa que se ha adueñado de la casa
tiene tres meses, me lo envió mi comadre desde Málaga,
es un tigre liliputiense, con grandes orejas y enormes ojos verdes,
me acosa, me persigue, me chilla, me muerde y me araña.
es un asesino loco.
Satisface sus instintos cazadores con mis manos y mis piernas.
Me trepa.
Duerme en la cama de al lado, la eligió el primer día.
me está mirando continuamente, salta y me ataca.
A donde voy, viene.
Corre, salta, se sienta donde sabe me voy a sentar.
Por la noche, al acostarnos, viene a mi cama y
me masacra hasta que le entra el sueño.
Aprovecha a las dos de la madrugada para rodar sus juguetes
los vecinos de abajo, no sé.
Si voy al servicio, no voy, vamos,
le tengo que tirar una bolita de papel higiénico, lo demanda,
lo engancha y corre a esconderlo.
Hay bolitas de papel higienico por toda la casa, si los quiero recoger,
se lanza a mis manos a atacarme.
Pero ........
Pero ........
Se tumba sobre, mi, se duerme y ronronea.
Siempre que se tumba, tiene que estar en contacto con mi cuerpo.
Me huele el aliento cuando como algo y tengo que darle a probar
le vuelve loco el bonito en escabeche y el aliño de las aceitunas
tiene gustos andaluces.
Cuando entro en casa, siempre está en el hall.
Un día que me encerré en la habitación, maullaba en la puerta.
Y lo más .......
Y lo más .......
Esta noche pasada, de madrugada
Mitchu, estaba muy dormido,
me he levantado al baño
y me he dicho... -"no va a venir, está molido"
Pues .......
Pues .......
Según estaba sentada en el inodoro
llega él...
se sienta en la entrada, casi no se tiene
y bosteza continuamente.
Le he cogido en brazos, le he comido a besos
y le he acostado en su cama, junto a la mía
y he comprendido que me quiere,
que me acompaña medio moribundo,
y entonces he empezado a amarlo...
porque he comprendido
que él
sí, él...
es el ser viviente que más me quiere en este mundo,
y me quiere porque sí, sin ningún interés.
Gracias Olva, es el mejor regalo de mi vida...
Un gato andaluz
¿Oiste Buñuel?