7 jul 2014

fotos.

para la fea.


para Alaya.


para blues.





para mar de dudas.


para carmen.


me encantaaaaaaaaaaaaaaa......como queda





para Ana.


Para karkiano....




para karkiano




para mi ella bañandose en la fontana borracha.....



para mariiiiii.......


esta ultima es muy buena para mari





Primero decir que yo soy de las que voy a buscar un negrazo a África y me encuentro un esquimal en mitad de la sabana, podría contar mil cagadas. Como aquellas maravillosas vacaciones en la playa debajo de una sombrilla tipo omaíta, a voz limpia viendo al niño chico corretear cerca de la orilla y yo sin poder levantarme a agarrarlo de una oreja, con dos ubres que ríete tú de la vaca suiza, dando de mamar a la niña y de postre, el topless del pibón de la playa, que no tenía otra cosa que hacer que colocar la toalla todos los días al lado de la mía, para colmo simpática, me sonreía con ternura …Las comparaciones no son odiosas, no, son auténticas vendettas, y yo llevaba todas las de perder, aunque por si acaso colaba ya me encargaba de sacarle todos los días un defectillo…ná, cosillas sin importancia, como que parecía….tartamuda, vizca, coja, calva, uniceja, etc….Coño, que se hubiese ido a compartir metro cuadrado de arena con su puta madre.
Pero no, os voy a contar aquella vez que fui a pasar unos días a Madrid y me prometieron una noche inolvidable. Cena y después sorpresa, el después ese, me turbaba, así que me preparé a conciencia, vestida por dentro y fuera de sugerente negro, escote generoso, melena recogida con algún mechón escapado y taconazo. La cena no fue gran cosa  pero tampoco estuvo mal, si obviamos el detalle de la racíon de patatas con alioli, que pidió al camarero para ir matando el hambre, me puse hasta las orejas. No, de patatas no….¡Colorá de fatiguita!
Salimos de allí y le digo que si cogemos un taxi y me dice que no, que íbamos al local de al lado. No podía ser, el local de al lado era un tablao flamenco, pero un tablao flamenco cualquiera, no, uno con pinta de flamenco por lo menos…por lo menos… de los Massachusetts. Me iba a dar algo, y mientras pedía el par de cacharritos fui al baño que estaba en la otra punta del local a “retocarme”, que queda muy fino, a la vuelta todo el mundo me miraba, esta vez me sentía el pibón del local, caminaba despacio y contoneándome, así hasta que llegué a mi mesa y se acercó la mujer de la mesa de al lado susurrándome al oído: -Llevas el vestido pillado con la braga.
Hice lo que se debe de hacer en estos casos, ¿Salir corriendo?...No, beber hasta perder el conocimiento.




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