1 oct 2014

¿CRISIS EXISTENCIAL?...A MI ME MUEVE EL AIRE.

Que bien se estaba en la cama, nunca antes había recibido un cambio de estación con tanta complacencia. Había refrescado mucho y el plumón colocado la noche anterior sobre su cama le proporcionaba el calor y peso exacto para sentirse totalmente cubierta…o arropada, cada roce de su piel desnuda con la sábana era absolutamente delicioso. El pelo revuelto, perezosa y con una sonrisa en la cara miró aquel reloj estúpido en el que se anunciaba fecha y hora como si del cartel de un garito de carretera se tratase, luminoso hasta en la oscuridad más absoluta. Y fue entonces cuando....¡Hostia!

Lo había olvidado por completo, era su cumpleaños, metió asustada la cabeza bajo las sábanas y cual Marco Polo, exploró. Salió de allí bastante contrariada, no encontró ni una sola, por un lado ¡que alivio! seguía siendo “rubia de bote”, pero por otro…¡Que horror! ya no se podría montar una tragedia.
Cogió el portátil y se fue con él a la cocina, necesitaba un café bien cargado y mientras lo preparaba echó un vistazo a  twitter. Un melodrama en toda regla, mientras lo ojeaba pensaba que ya no le tirarían los tejos yogurines, aunque pensándolo mejor, nunca le había tirado los tejos ningún yogurín y además no le interesaban era alérgica a la lactosa, y los de su edad las preferían más jóvenes, este hecho estaba totalmente demostrado, ella misma cuando veía (por cierto, cada vez más a menudo) un espécimen de estos, no podía reprimir un....¡MANDA HUEVOS! Les hacía crecer su ego y el tamaño de sus pelotas....Estaba todo perdido.
Con la taza de café entre las manos, pensaba y pensaba, de repente...¿Y si se hacía sextuitera? Siempre había sido muy observadora, y ya llevaba un tiempecillo deambulando por estos mundos, había visto “arder naves más allá de Orión”, pensó que lo podría conseguir...

En primer lugar tendría que buscar un avatar muy, pero que muy sugerente, aunque nada obvio, picarona ya lo era...y con el tiempo que le quedaba entre hacer las camas y los desayunos, foto de una buenorra dando los buenos días con el tirante del camisón caído y enseñando un pezón  en el que se podrían colgar dos albornoces....Luego entre la hora de cocinar el potaje y pasar la aspiradora otro par de fotillos, estas de modelos con cara de niñas ingenuas y zapatos negros de salón de quince centímetros, por lo menos....Después, entre recoger la mesa, fregar los platos y.... nada, se estaba estresando solo de maquinarlo.

Ni crisis de los cuarenta ni crisis de los cincuenta, se encontraba en tierra de nadie....Y necesitaba urgentemente bajar a los infiernos, y de repente se le iluminó el rostro, lo haría a lo grande, a ver quien era ahora el guapo o la guapa que discrepaba....¡Peazo de crisis existencial que se iba a montar!

Y ya se sabe, toda buena crisis que se precie viene precedida de una gran pregunta, no una cualquiera, no, una de esas que te marcan la existencia... ¿Cual sería? No tenía ni idea, demasiada cerveza, había que desaguar, así que  se fue al único sitio donde se sentía como una reina y allí sentada en su trono, al tirar de la cisterna...¡Et voilà! Ya lo tenía...."¿Cuando fue su primera arruga?"
Curiosa pregunta, pero más curiosa era la expresión de satisfacción de su rostro...Qué coño sabía ella cuando le había salido la primera arruga, en ese tiempo había estado demasiado ocupada, dando y recibiendo Amor.
Salió de la ducha fresca, muy fresca, se enfundó los pantalones de cuero negro que habían llegado en el paquete de la mañana, regalo de cumpleaños de una buena amiga y mientras se aplicaba la antiarrugas por cara y cuello, se apartó unos pasos del espejo, se observó de arriba abajo y mientras lo hacía otra pregunta abordó su mente y con cara de traviesa sin apartar la vista de lo que estaba viendo en el espejo, se pregunto: ¿BAILAS?





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