Emilia y Francisco, una pareja modelo donde las haya, siempre basaron
su relación en el respeto. En sus años de noviazgo tuvieron sus más y sus
menos, pero nunca dejaron de respetarse y de confiar el uno en el otro. Eran
una pareja normal: se divertían y jugaban con sus cuerpos como cualquier otra
pareja, aunque también es verdad que no hablaban mucho entre ellos. Solían
limitar sus conversaciones al saludo inicial y a la despedida, dejando un paréntesis
intermedio mudo en el que las miradas y las caricias suplían todo tipo de
sonidos inteligibles. Cuando contrajeron matrimonio, esta pequeña anomalía se acentuó
con el tiempo. La falta de comunicación propicio que se convirtieran en dos desconocidos
que convivían juntos. Sus temores, sus deseos, sus sueños; no eran compartidos
con la pareja, cada uno rumiaba su propia vida a espaldas del otro. El amor que
un día les unió dio paso, gracias a la falta de dialogo, a un rencor irónico y
malintencionado. Hasta que dejaron de hablarse por completo.
Aquel trascendental paso parecía que iba a ser la
ruptura total del matrimonio, pero nada más lejano de la verdad, pues gracias a
ello, y necesitados aun el uno del otro, descubrieron una nueva forma de comunicación
que no implicaba el uso de la oratoria y que les condujo de nuevo al
entendimiento: el género epistolar, por el cual pasarían a la historia y del
que reproducimos algunas muestras de los originales que aún se conservan hoy día
en el Museo de Alquimia y Magia Negra de Sao Paulo dos Santos. Nótese el
respeto que existe entre ambos conyugues a pesar del momento crítico que
atravesaba su relación (llevaban más de 2 años sin hacer el amor):
(Carta n°l,
catalogada como n°1)
Estimada
Sra.: Me pongo a sus pies para lo que usted tenga a bien mandar, excepto
planchar y limpiar el aseo, pues lo primero es ajeno a mis conocimientos y lo
segundo me da asco. No quisiera con esta actitud incurrir en ningún tipo de
afrenta hacia su persona, pero si quisiera dejar patente mi total
disponibilidad para cualquier otra tarea que su graciosa persona tenga a bien
otorgar a este, su súbdito más fiel.
Tampoco
es mi deseo importunarla, mas siendo consciente del poco tiempo del que
dispone para conmigo, no dejaré pasar esta oportunidad, que tan amablemente
usted me brinda, para recodarle ciertos deberes conyugales que en su día se suponía como diligente compañera.
Sin más y a la espera de sus
prontas noticias, me despido de usted respetuosamente.
(Carta n°2,
catalogada como n°2)
Querido
espeso,... perdón, esposo.: Me alegre mucho de recibir noticias suyas en el día
de ayer, pues habiéndome cruzado con usted en el pasillo días atrás me pareció
notarle mala cara, por lo que supuse estaría enfermo o en estado febril. Comprobado que no es así, por lo
que doy gracias al cielo, le sugiero coja ahora mismo la aspiradora y me la
pase por las habitaciones de invitados así como por el baño.
(Carta n°3,
catalogada como n°2 bis)
Muy Sra. mía:
Para su conocimiento me complace informarle que una vez realizados todos los
trabajos domésticos que en su día tuvo a bien encomendare -incluido planchado y
limpieza de aseo-, y puesto que no he recibido noticias suyas con respecto al
otro tema en cuestión de mi escrito de 3 del 11,(a ver si quedamos), me torno la libertad de
recordarle, sin ánimo de ofenderla, mis deseos de hacerla mía el próximo sábado,
día 9 de los comentes. Si no recibo noticias suyas para entonces, entenderé que
es conforme con mi solicitud
Suyo afectísimo: Su marido de usted.
PD. Sin otro ánimo que el de venerarla como persona de gran talla (talla90), me permito sugerirle para la ocasion el
combinado de ropa interior (picardías + ligueros) de tono rojo burdeos.
(Carta n°4, no
catalogada)
Estimado
arisco, digo Francisco.: Con que poco tacto me suplica usted según que cosas,
más teniendo en cuenta su vocación de hombre simple y de instintos elementales,
no puedo menos que emocionarme ante la sola idea de verle en pelotas.
Suya (muy pronto) de usted: Emilia P. de Imjo.
PD. Dúchese, haga el favor, pues
con el aseo diario corregimos el aumento de Ph.
(Carta n°5, catalogada como n°167-Serie B. A partir de esta empiezan a
tutearse)
Ibi, 8 de diciembre de ...
Emilia, que guapa estas hoy, jodía. Tu Paco.
(Carta n°6,
catalogada como n'12-Serie B. Sigue el tuteo)
i Para ya Paco! i Espérate a mañana!. Tu Emilita.
(Carta n°8,
catalogada como n°2-Serie J. Después de la cita)
Muy Sr. Mío: Solicito de usted
me conceda el divorcio irrevocable, tras su penosa, y a todas luces
reprochable, actuación de anoche.
Su ya ex mujer: Emilia Pérez de I. PD. i Váyase
usted a la mierda! (Carta n°9, catalogada como ultima de todas las
series)
Sra. de Irujo: ¡A la mierda se va usted!
Su exmarido: Francisco Jovellanos.
Una vez estudiada a fondo esta correspondencia es lícito pensar que,
como dice la canción: "A veces llegan cartas...".
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