Pareceré despistado, desfasado, confundido, ...os aseguro que "lorquito" perdido, pero precisamente, por ese gran revuelo de celebrar aniversarios de ilustres, y recrearse en lo snobista, he dedicado estos días en el que, mi Lorca admirado ha sido el centro de atención, a mí paisano de provincia y heridas, Miguel Hernández. Como prueba de ello, adjunto información del "gran google", aunque se puede encontrar en las magníficas publicaciones que editó la diputación y universidad de Alicante, pero es un coñazo escanear, escanear...
Además, mi situación anímica me lo pedía, por mi genio que no cesa, por mis más de tres heridas, por mis sopas de ajo y cebolla...no se, vaya usted con los vientos del pueblo....
Lo dicho, va por delante una reseña y varios enlaces interesantes y aclaratorios.
Uno de los más grandes poetas españoles,
y el dolor por la vida, el amor y la muerte
y el dolor por la vida, el amor y la muerte
El poeta que dicen, y es verdad, que luchó con tres heridas: la de la
vida, la del amor, y la de la muerte. El poeta que al no haber tenido
el trágico final de García Lorca es, posiblemente, por esta razón el más
silenciado de los dos. O también porque como no fue un poeta del agrado
de Lorca tuvo como consecuencia que la larga lista de exegetas que tuvo
el granadino se olvidaran del poeta de Orihuela, lo mismo que había
hecho la generación del 27 que lo maltrató dejándolo en el olvido.
Miguel Hernández le hacía sombra a García Lorca y éste no lo podía
soportar: por eso el Premio Nobel José Saramago, en la clausura del II
Congreso Internacional Miguel Hernández dijo, refiriéndose al día en que
Lorca rehusó acudir a casa de Vicente Aleixandre porque se enteró de
que allí estaba el poeta de Orihuela: «El talento del genio no da
derecho a menospreciar a los demás y eso no se lo perdono a Lorca». Pero no fue solamente éste el rechazo que tuvo por parte de otros poetas, también sufrió el de Rafael Alberti que «no soportó le robara la etiqueta de poeta de la revolución», nos dice su biógrafo José Luis Ferris.
Aunque en este caso la causa también pudiera estar motivada cuando
durante la guerra civil Hernández irrumpe un día en el edificio de la
Alianza y al ver el festín que se estaba preparando no pudo ocultar su
enfado ante lo que él creía, con razón, un gran derroche mientras otros
camaradas morían en los campos de batalla, el poeta dirigiéndose
entonces a Alberti le dice: «Aquí hay mucha puta y mucho hijo de puta». Al parecer, estas palabras fueron escuchadas por Mª Teresa León quien muy enfadada se dirige al autor de El rayo que no cesa,
y le dice: «No tienes ningún derecho a hablar así de una mujer y
extender ese juicio a todas las mujeres de la Alianza. Eso no es de
hombres. A la contestación suya, yo le pegué una bofetada».
La vida del poeta fue verdaderamente corta y triste. Él mismo nos lo dejaba reflejado en este hermoso soneto:
Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.
Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.
Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario