1 jun 2015

SOLEDAD Y CASTIGO



En la soledad de tus recuerdos,

Cuando el aire se demora en su volar,

Cierro los ojos y sueño que estoy vivo.

Se estremecen los pétalos al llorar

La vida se vuelve muerte al despertar,

Tus ojos son solo espejos de dolor

Los labios bordes de abismo eterno.

Tus dedos látigos de memoria olvidada.



Siento el calor de tu alma en mi pecho

Solo un recuerdo de lo que añoré,

Lo que desee con ardor y me negaste,

La caricia del despido en mi nuca.

 Aceptaste mi sangre enfebrecida,

Mi entrega de esclavo a tu antojo,

Mi carne, liquido de ardiente madreperla,

Las manos de entrega de espíritu fiel,

Vida entera hasta el último suspiro,

Usaste, maltrataste, tiraste y olvidaste.

Y aún en tu crueldad tu  recuerdo es miel.



El mundo es un desierto de arena a mis pies.

Sediento, voy perdido, alejándome de mí;

Corro enloquecido huyendo de mi recuerdo,

Busco una sima infernal donde arrojarme:

Mi alma no será tan profunda como deseo;

Caer, y caer hasta dar contigo al otro lado

No hay ya misericordia para mi pecado

La penitencia de no quererte recordar…

y recordarte, es mi sentencia.

 Soy reo.

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