23 jun 2015

EXPERIENCIA DE VUELO



Esta experiencia deberá ejecutarse, como se dice, en las horas de los planetas, cerca del solsticio de verano, después de las doce de la noche. Antes de iniciar el trabajo, y una vez que todo se tenga preparado, se dirá la siguiente invocación:


«Atha, Milech, Assermaloch, Baarel, Emod, Egen, Gemos. A todos vosotros, espíritus invisibles, que recorréis sin cesar el firmamento y todo lo creado, quiero invocar en esta hora para que me adornéis, si me halláis suficientemente digno, de vuestras alas poderosas a fin de que pueda conocer la fuerza y eficacia de este experimento. También acudo a vosotros, Loh, magnánimos, Eloy, Zenath y Adonay! suplicándoos reverentemente me dotéis de la virtud necesaria para que pueda perfeccionar esta obra que deseo ejecutar y llevar a buen término».

Después de dichas estas palabras, se tomará la espada con la mano izquierda, presentándola sucesivamente a los cuatro puntos cardinales, o sea al Oriente, Poniente, Mediodía y Norte, y se dirá a la vez:

« Ya es llegada la hora de que este experimento se termine nada hay que me ligue a la tierra; sólo me falta que vosotros, espíritus invocados en este supremo instante, me adornéis de las alas impalpables y potentes para poder navegar a vuestro lado, Jot, Jot, Jot, ordena a los espíritus que cumplan mi deseo».


Extenderás las manos al aire, cerrarás los ojos, concentrando todo tu espíritu en el vuelo que en breve podrás notar perfectamente que estas volando. Durante el viaje cuidarás de no abrir los ojos, pues si olvidaras ese detalle caerías irremisiblemente desde la altura, donde estuvieres, seguramente sería el último instante de tu vida. Cuando quieras que termine esta experiencia dirás:

«Cese ya mi viaje y reposen mis pies de nuevo en el mismo punto de donde he salido».

Al  momento notarás que ya te encuentras en tierra,
 pudiendo entonces abrir los ojos sin cuidado ninguno.


Para este experimento es conveniente prepararse un vaso grande de vino, en el cual se echará una copa de licor y se beberá en tres veces, en los intermedios de las invocaciones. Si la concentración de espíritu se hace con gran fuerza de voluntad, notareis cosas maravillosas; pero si no se concentra bien, será difícil que llegue a feliz término la experiencia.

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