8 may 2014

TENGO UN TANGO DISLOCAO.



Sentada en una silla, vestido negro, elegante y recatao,
hecho pa no pecar en un domingo, de tango, improvisao


En aquel quilombo chalao, acechaba cada impreciso danzar,
de algún un marinero errante, chicato de tanto… privar.

Hasta que, a lo lejos desde algún puerto despechao
sonó con aires de nostalgia el bandoneón… emborrachao.

Y en medio de aquel bochinche, empilchao pa la ocasión,
engrupido hasta en los andares, abriste cancha entre la afición.



Con cara de embalao, me lanzaste el envite
Ya te tenía delante, ya no podía dejar de ver,
no me dio tiempo a pensar, pero sé… que lo acepté.

De un solo estirón me aproximaste hacia tu cuerpo,
Me agarraste de la nalga, me miraste  pendenciero,
La otra mano abierta, en mi espalda clavaste tus dedos
tu respiración y la mía un solo soplo… ardiendo.



Querías dirigir  el cotarro, me querías oír maullar.
Colocaste tu pierna entre las mías sin llegarte a convidar,
con un solo zarandeo, me abriste las costuras del vestido,
dejando al descubierto medías negras con zurcido.

Me lanzaste, me arrastraste, me traíste , me llevaste, me…
me empecé a cabrear, yo gata salvaje de tanto timoneo.
La camorra estaba servida, con guante… de terciopelo.

Metí mi pierna entre las tuyas, franelé con mi muslo tu pernera
Levante con ímpetu la rodilla y te reventé la huevera.

Cuando recuperaste el aliento me jipeaste con cara de enculao,
me lanzaste con arrojo acucioso, dando giros de medio lao.

Me soltaste de la mano a traición, cuatro vueltas di de campana,
Y si no llega a ser por aquel pibe… salgo dispará por la ventana.

Caminando despacito llegué hasta ti y clavé mi mirada en la tuya,
te repasé lentamente, con el pecho palpitando de pura… calentura
noté como me rozaste el paquete, enredaste tus dedos en mi nuca.

Con ansias me arrojaste hacia atrás, me recorriste con tu boca
Cuando más ensartao estabas, me levante con coraje de gata loba,
Te pillé por sorpresa y  te arreé un trompazo que casi te parto…la chola.

Me cogiste con ganas, me fuiste bajando con avidez hasta tu bragueta,
no me fiaba y como gata recelosa,  te observaba de reojo…la jeta. 

Y cuando llegué a la mismísima te quitaste lo encorsetao
soltaste  de repente la bufarda,  parecía  estabas preñao,
saltó el boton con tanta fuerza, disparao…
que me dejó el ojo a la virulé …pa dos semanas amoratao.

Sin perder la sonrisa, subí y mi boca entreabierta rozó la tuya,
arrastré mi mano hacia abajo por tu torso, me miraste…con apetito,
pusiste cara de fifador, y cuando vi que estabas ya… entregaito:

Quince centímetros de tacón de aguja te hinqué,
y te enganché bien apretao de los cojones
Eso pa que otra vez… cosas mejor los botones.

De repente paró la música, el personal nos miraba con cara de abombaos,
nosotros nos vimos reflejaos en el espejo…teníamos cara fusilaos.

Sacaste la cajetilla me ofreciste un pitillito
Cogí mi bolso, saqué la mía…hice lo mismito.

Le pegamos una calada, a través del humo nos miramos y cómplices sonreímos.

Entonces yo te pregunté picarona:

-¿Sabes silbar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario