4 feb 2014

LUZ DE VELA EN LA CANTINA


Era una noche en la que diluviaba, noche de tormenta, de las que truena en el alma y la cabeza rebusca en el invierno de su soledad. De repente se abrió la vieja puerta de la cantina y apareció aquella mujer, venía aterida de frío y calada hasta los huesos, sin decir nada, ni tan siquiera mirar, se fue derecha a la barra, pidió una copa y se la tomó de un trago, pidió otra e hizo lo mismo, la siguiente no hizo falta…. ya se la habían servido. Hasta justo ese momento es como si no se hubiese dado cuenta de que no estaba sola,levantando el mentón en un revoleo de coraje y altanería se quitó la toquilla en la que iba envuelta, como si con ella se quitase también toda su destemplanza.

Cogió la copa se dio la vuelta y comenzó a mirar, a pesar del agua en sus ojos y la ténue luz de las velas pudo divisar que todas las mesas de aquel chiscón estaban ocupadas por mujeres. Sin saber porqué su mirada se detuvo en aquel rincón al que la luz no llegaba, parecía haber alguien, llevaba sombrero, no conseguía ver su cara, ¡que extraño!  le pudo la curiosidad pero cuando iba decidida a acercase escuchó desde el otro lado…-Muchacha ven aquí a tomarla con esta vieja.

Se dio media vuelta y se dirigió hacia la mesa de la mujer que la había llamado. Según se sentaba la pudo observar, tenía el pelo blanco, la piel curtida por mil soles y voz charrascosa….
-Muchacha vamos a tomar unos tragos, calientan los arrestos y hasta el alma.

Al oírla las mujeres de las otras mesas comenzaron a reír y hacer bromas, entonces ella se levantó y con voz imponente….-¡Si, reíros de esta vieja! pero por ésta que veis aquí han llorado como niños y ahora bebo recordando como los lloré yo…como mujer.
Se hizo un silencio ensordecedor, todas miraban sus copas sin levantar la cabeza como avergonzadas. En ese momento la dueña del chiscón, queriendo quitar hierro….

-¡A esta invito yo!.....mientras servía, continuo diciendo sonriente y picarona…..-Pues esta que veis aquí ha derretido las cumbres más altas, hasta para cantina me dio.
Volvieron las risas, pero esta vez no con tanto estruendo, eran risas con regusto  a tequila, pomelo y sal.

De repente una mujer de pelo rojizo -¡Llena, está la pago yo! Pues a mí me encontró el amor apoyada en la jamba de una puerta. Y otra en tono burlón…- jajaja ¿y qué haces entonces aquí? A lo que élla con tono amargo respondió… -Se me “olvidó”  decirle que entrara…Ahora bebo maldiciendo con cada trago… mi mala memoria.

Otra vez silencio, olor a cera, ojos perdidos en el tiempo, sed de algo fuerte y luz pajiza…de vela.

Una rubia de mejillas rosadas….-Vamos, el ama de este chiscón ¿Qué hace que no está llenando otra? Esta corre de mi cuenta…. Yo digo que brindemos por la primavera, no hay nada mejor para el alma como una buena primavera. Al escuchar esto su compañera de mesa, más pasada que las demás en copas alcanzó a decir -¿Y dónde está ese alma ahorita?.....a lo que élla contestó mientras le corría una lagrima por una de sus rosadas mejillas….-me la dejé en el deshielo de alguna.

Entonces una morena con pinta de porcelana fina....- ¡Sirve otra! Yo no me puedo quejar mucho, siempre me lleva a los mejores sitios, me hace lucir las mejores ropas, para mí la mejor fruta, el mejor vino y… siempre, siempre me ha respetado. La mujer que estaba sentada con élla y que parecía su mucama levantado la cara con gesto chancero....-¿en todo?...y la otra bajando la mirada de porcelana….- ¡En todo! Siempre duerme en los pies de la cama…Y se tomó la copa de un trago, como si necesitara apagar algún fuego en las entrañas.

De pronto, la única mujer que bebía sola en una mesa se puso de pie. Una costura le atravesaba la cara y en el ojo izquierdo llevaba un parche….-Pues ésta que veis aquí tiene los huesos podridos de la humedad de una celda pero ¿sabéis qué? Y remangándose la falda sacó un cuchillo mostrándoselo a todas….-Que el que me hizo esto no le quedaron cojones para hacérselo a otra.

Todo quedó en el más mudo de los silencios, era un silencio de rabia, dolor, admiración….Silencio de Respeto. 

En ese momento la muchacha que había entrado empapada….- ¡Llena otra ronda! Quedó callada, la mirada en el vaso, como sin querer contar nada pero la mujer curtida por mil soles….- ¿y tú muchacha? Ella se quedó mirándola y con gesto fresco, como si no le hubiese llovido encima, altanera….- ¡Los hubo! Pero los que yo quise no sé si me quisieron. En ese momento las lágrimas comenzaron a brotar en sus ojos y la vieja con cara de saber le ofreció su vaso lleno….-Traga llorona, traga.
Empezaron a darse cuenta que la luz había cambiado, las velas eran un puro amasijo de cera, por la ventana empañada por suspiros hechos de muescas entraba tímidamente la claridad. La madrugada se había bebido la oscura noche.
Y de pronto cuando todo comenzaba a verse desdibujado, desde aquel apartado rincón en sombra, una voz de hombre….- ¡La penúltima corre de mi cuenta! Giraron la vista hacia aquel rincón y aunque ninguna conseguía ver nada, empezaron a murmurar, es rubio, otras que moreno, unas que alto, otras que bajo, aquel sombrero no dejaba ver su rostro, pero sí pudieron ver como levantado la copa y dirigiéndose a ellas....- ¡ Salud ¡…Se la tomó de un trago, acto seguido recogió sus cuadernos, echó a andar y cuando se encontraba en el centro de aquel salón con porte elegante, inclinando  suavemente la cabeza y  agarrándose el ala del sombrero.  - Señoras, ha sido un Placer….Siguió caminando y cuando iba a abrir la puerta… -Caballero ¿no se toma la última? y el girando ligeramente la mirada hacia donde estaba la vieja..-Quien sabe.
En ese momento abrió la puerta y pudieron ver como se perdía entre la niebla más temprana, todas menos la chica que llegó empapada que con la vista fija en el vaso, sin querer mirar solo dijo...
- Huele a tierra mojada.



  

 Nadanuevo te lo dediqué a tí y como tu querías, aquí está.

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