Y de pronto, sin saber cómo se vio caminando...triste, cabizbaja, sin rumbo...en su equipaje, poca cosa, era liviano...se llevo simplemente sus recuerdos...recuerdos de días muy felices...y recuerdos que aunque intentase olvidar, estaban ahí...persistentes, dolorosos, hacía daño, pero no podía evitarlo, seguía su paso lento cansino, los ojos inundados en lagrimas, sin ninguna motivación, seguía caminando y caminando...el rumbo?, la dirección?, no tenia, no importaba… seguía caminando...y en su mente y en su corazón solo había tristeza, desesperación, soledad y dolor mucho dolor.
Tenia sueños...muchos sueños...pero esos sueños se desvanecieron...se fueron diluyendo, a cada paso que daba.
Su cuerpo frágil, su risa antes espontanea, fresca, limpia, sonora...había desaparecido, en su lugar había una mueca de indiferencia, la sonrisa pocas veces asomaba a su rostro..
Seguía con su paso cansado, anduvo mucho tiempo, atravesó plazas repletas de gente, de niños jugando, de calles ruidosas, con sus tiendas, el ir y venir de los demás...el ruido...jardines repletos de flores...coloridas, un mundo repleto de color y de perfumes...pero seguía caminando...sin mirar, sin ver...
En su camino lento, monótono, su cabeza no dejaba de pensar y pensar, su corazón roto, hecho añicos, no dejaba que nada traspasara, estaba inmune a todo sentimiento, no dejaba...no permitía que nada traspasase su mundo, ese mundo que ella misma se había impuesto...era su dolor, su pena...su desesperanza...
En esos momentos ni se planteaba el hecho de dejar un resquicio en su corazón, por donde pudiese pasar ni el mas mínimo rayo de esperanza...había sufrido mucho, la habían hecho daño en su corazón, había confiado, había amado, había puesto sus esperanzas en quien ella creía que sentía lo mismo...no fue así, la pena la invadió por completo, su corazón hecho añicos y su mente en algún momento se perdió...se perdió en ese su mundo paralelo, donde ni siquiera el viento que la rozaba o el sol que la acariciaba se rostro, eran capaces de devolverla, a la realidad...
Y seguía su paso, ella y sus pensamientos...tropezó, tan absorta iba en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta que estaba en el suelo, se había golpeado la cabeza, dolía, había un hilito de sangre que resbalaba por su cara, se quedo allí quieta, inmóvil...poso sus manos en su rostro...levanto la cabeza, miro a su alrededor, estaba rodeada de mucha gente, les oía hablar, la sonreían...pero ella no entendía nada, no sabía en que momento había llegado allí ni como había terminado en el suelo, la cabeza la dolía un poco, la herida era leve, seguía haciéndose todas esas preguntas, sin saber ni siquiera sus respuestas...
No se dio cuenta, que allí entre toda esa gente, había un niño...un niño pequeño, estaba allí delante de ella, callado, sonriente, en su cara se reflejaba amor, ternura...tenía sus manos extendidas hacia ella...
Le pregunto quién eres tú?
El niño no contesto, seguía allí, inmóvil, con sus manitas extendidas...
Volvió a preguntarle...quién eres tú?
Vamos, le dijo el niño...ven conmigo...
Donde vamos, preguntó ella?
El niño no contesto, simplemente la miro y le dedico una sonrisa...esa sonrisa que lo llena todo...se vio inundada, de esa sonrisa, amplia, limpia, clara...se vio a ella misma sonriendo, era agradable esa sensación, extendió sus manos hacia el niño, esas manos eran cálidas, sintió muchas sensaciones en ese momento...era agradable, se levanto del suelo si soltar las manos del niño, no queria dejar de sentir ese calor, la tranquilidad que sentía en esos momentos, se sentía muy bien, por un momento habían desaparecido de su cabeza y sobre todo de su corazón, esos malos recuerdos...
Una vez más, aun un poco aturdida, le volvió a preguntar...Quién eres tú? donde vamos? el niño se limito a sonreír y le contesto...
Vamos a casa.
Están esperando que vuelvas.
Aun cogidos de la mano, comenzaron a andar, se les vio desaparecer entre la multitud...y allí, su rastro se perdió...
Tenia sueños...muchos sueños...pero esos sueños se desvanecieron...se fueron diluyendo, a cada paso que daba.
Su cuerpo frágil, su risa antes espontanea, fresca, limpia, sonora...había desaparecido, en su lugar había una mueca de indiferencia, la sonrisa pocas veces asomaba a su rostro..
Seguía con su paso cansado, anduvo mucho tiempo, atravesó plazas repletas de gente, de niños jugando, de calles ruidosas, con sus tiendas, el ir y venir de los demás...el ruido...jardines repletos de flores...coloridas, un mundo repleto de color y de perfumes...pero seguía caminando...sin mirar, sin ver...
En su camino lento, monótono, su cabeza no dejaba de pensar y pensar, su corazón roto, hecho añicos, no dejaba que nada traspasara, estaba inmune a todo sentimiento, no dejaba...no permitía que nada traspasase su mundo, ese mundo que ella misma se había impuesto...era su dolor, su pena...su desesperanza...
En esos momentos ni se planteaba el hecho de dejar un resquicio en su corazón, por donde pudiese pasar ni el mas mínimo rayo de esperanza...había sufrido mucho, la habían hecho daño en su corazón, había confiado, había amado, había puesto sus esperanzas en quien ella creía que sentía lo mismo...no fue así, la pena la invadió por completo, su corazón hecho añicos y su mente en algún momento se perdió...se perdió en ese su mundo paralelo, donde ni siquiera el viento que la rozaba o el sol que la acariciaba se rostro, eran capaces de devolverla, a la realidad...
Y seguía su paso, ella y sus pensamientos...tropezó, tan absorta iba en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta que estaba en el suelo, se había golpeado la cabeza, dolía, había un hilito de sangre que resbalaba por su cara, se quedo allí quieta, inmóvil...poso sus manos en su rostro...levanto la cabeza, miro a su alrededor, estaba rodeada de mucha gente, les oía hablar, la sonreían...pero ella no entendía nada, no sabía en que momento había llegado allí ni como había terminado en el suelo, la cabeza la dolía un poco, la herida era leve, seguía haciéndose todas esas preguntas, sin saber ni siquiera sus respuestas...
No se dio cuenta, que allí entre toda esa gente, había un niño...un niño pequeño, estaba allí delante de ella, callado, sonriente, en su cara se reflejaba amor, ternura...tenía sus manos extendidas hacia ella...
Le pregunto quién eres tú?
El niño no contesto, seguía allí, inmóvil, con sus manitas extendidas...
Volvió a preguntarle...quién eres tú?
Vamos, le dijo el niño...ven conmigo...
Donde vamos, preguntó ella?
El niño no contesto, simplemente la miro y le dedico una sonrisa...esa sonrisa que lo llena todo...se vio inundada, de esa sonrisa, amplia, limpia, clara...se vio a ella misma sonriendo, era agradable esa sensación, extendió sus manos hacia el niño, esas manos eran cálidas, sintió muchas sensaciones en ese momento...era agradable, se levanto del suelo si soltar las manos del niño, no queria dejar de sentir ese calor, la tranquilidad que sentía en esos momentos, se sentía muy bien, por un momento habían desaparecido de su cabeza y sobre todo de su corazón, esos malos recuerdos...
Una vez más, aun un poco aturdida, le volvió a preguntar...Quién eres tú? donde vamos? el niño se limito a sonreír y le contesto...
Vamos a casa.
Están esperando que vuelvas.
Aun cogidos de la mano, comenzaron a andar, se les vio desaparecer entre la multitud...y allí, su rastro se perdió...
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