12 mar 2014

LA MOVIDA MADRILEÑA II



EL LADO OSCURO DE LA MOVIDA

Los años de la movida no sólo fueron glamour e innovación, visto con la perspectiva que da el tiempo y a tenor de lo que ocurrió después podríamos decir que coincidieron en un mismo tiempo la creatividad más divertida y la juerga sin fin con el inicio de un drama social cuyas dimensiones se empezaron a vislumbrar muy pronto.

La generación de los ochenta se puede considerar casi una generación perdida debido casi en exclusiva a dos motivos: Las drogas y El sida.


Aunque en los años setenta ya se consumían drogas en nuestro país fue a principios de los ochenta cuando el problema empezó a agigantarse con la irrupción en tromba de la heroína, eran unos años en los que la información brillaba por su ausencia y los más jóvenes empezaron a consumirla pensando que era algo que podían controlar y que aquello tendría las mismas consecuencias que pasarse de copas pero en plan guay….digo esto porque las personas que empezaban a consumir heroína en aquellos días lo hacían como el que hace algo que está de moda y se consideraban a sí mismos como una especie de rebeldes, de pioneros, sin imaginar ni remotamente las consecuencias que traería para ellos mismos, sus familias y la sociedad en general.

Antes de que nadie pudiera darse cuenta había miles de personas enganchadas a las drogas y esto supuso que la enfermedad, la cárcel, la exclusión social y miles de muertes formaran parte casi habitual en prácticamente todos los ámbitos de la sociedad, afectó de igual manera a clases bajas y altas, estudiantes, parados o trabajadores, cuando empezó a haber información válida sobre el tema ya era tarde, se perdieron o malgastaron demasiadas vidas y siempre quedará la duda de si pilló por sorpresa o se dejó pasar.



El 5 de Junio de 1981 se describen los primeros casos de de SIDA en Los Ángeles (Estados Unidos), en Mayo de ese mismo año aparece el primer caso en España se trata de un homosexual masculino, un año después aparecen dos casos más en esta ocasión son heroinómanos posteriormente dos personas más en tratamiento por hemofilia.


La información era muy escasa para evitar la alarma social que se había producido en USA pero esto trajo aparejado que no se tomasen las precauciones lógicas ante la pandemia que estaba por llegar, habrá que esperar hasta 1987 para que se apruebe la orden ministerial que obliga a realizar la prueba anti sida en todas las donaciones de sangre y trasplantes. Tras miles de fallecidos por esta cruel enfermedad que provocó tanta exclusión social (los enfermos eran considerados apestados) es en 1996 cuando llegan los tratamientos antirretrovirales que suponen toda una revolución en el tratamiento y expectativas de supervivencia para los enfermos, hoy en día con la combinación de medicamentos ha llegado a considerarse una enfermedad crónica.



Miembros míticos de la Movida como Antonio Flores, Enrique Urquijo (Los Secretos), Santiago Ulises (Gabinete Caligari), Toti Árbores (Pegamoides, Parálisis Permanente) fueron encontrados muertos a causa de sobredosis.




El sida también ha hecho estragos entre los músicos de esos años como el guitarrista y el batería del grupo Tequila, Pepe Risi de Burning y muchos otros cuya dolencia se ha enmascarado bajo el nombre de las distintas enfermedades oportunistas que provoca el VIH.
La muerte siempre estuvo presente desde el principio de la movida, se quería vivir intensamente el presente pero sin darse cuenta se estaban negando un futuro, por un lado la falta de información y por otro la entrega tan brutal a los excesos, la falta de protección, el vivir aquí y ahora sin pensar en nada más hizo de la generación de la Movida una generación casi perdida por la cantidad de personas que desaparecieron por unas causas u otras y de los que quedamos unos supervivientes, nos tocó siempre bailar con la más fea, nadie se preocupó de los jóvenes que morían en masa ni de los que estaban en la cárcel o perdían su juventud desintoxicándose de clínica en clínica, sufrimos el paro más brutal (ya casi nadie se acuerda) perdimos amigos, familiares e ídolos pero lo superamos, seguimos adelante, formamos nuestras propias familias y aquellos años quedaron siempre en nuestro recuerdo, no todo fue divertido ni glamuroso pero seguimos sonriendo, trabajando y viviendo así que me hace muchísima gracia cuando se habla de los problemas de la generación ni-ni, no es ni comparable….

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