Mí querido Demonio de la Guarda: Siento tu ausencia y te escribo. Ya sé que merecías esas vacaciones, ¡te las ganaste a pulso! Deseo que las disfrutes y también que vuelvas pronto. Nosotros aquí bien, bueno, ya sabes. Tu alter ego haciendo doble turno y yo, echándote de menos.Te diré que los que me conocen dicen que estoy “rara”, que tanta bondad en mi es inusual.
Tampoco es que les parezca bien que así sea, por lo visto todo cansa y tener al lado una persona siempre sonriente, amable y dispuesta a darlo todo no está de moda.

Tampoco es que les parezca bien que así sea, por lo visto todo cansa y tener al lado una persona siempre sonriente, amable y dispuesta a darlo todo no está de moda.
Cierto es que no soy la misma desde que no estás “comiéndome la oreja”, sé que no soy yo. Te necesito para ser aguda, para estar alerta y despierta, para que me empujes y me des ese grado de locura transitoria que hace que salte al vacío, sin miedo.
Te quiero de vuelta, que sin ti no estamos completos. El trió que formamos tu, el Ángel y yo, somos uno, ¡como la Santísima Trinidad! Toda la bondad del mundo no puede darme lo que tú me das.
Que se te quiere, diablillo. Pásalo muy bien, no abuses del fuego, o sí ¡qué demonios!
Te esperamos.
Te quiere, tu alma.
PD: Ángel de la Guarda amenaza irse de vacaciones en cuanto tú estés de vuelta.
¡Va a ser la hostia!
Que se te quiere, diablillo. Pásalo muy bien, no abuses del fuego, o sí ¡qué demonios!
Te esperamos.
Te quiere, tu alma.
PD: Ángel de la Guarda amenaza irse de vacaciones en cuanto tú estés de vuelta.
¡Va a ser la hostia!
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