23 abr 2014

LEYENDA DE ARACNE…..”MY WAY”



Cuenta la leyenda que Aracne, natural de Lidia (Grecia) era una joven que vivía tranquilamente dedicada a su oficio, bordaba y tejía como nadie, tenía talento y ante esto solo cabe rendirse. Hasta las mismísimas ninfas de la región acudían a admirar su trabajo y para que estos “cuerpos” movieran sus redondeces para visitar a un simple mortal …¡Tela!. Aunque  para tela y no marinera,  la de Aracne, que muy segura y harta de que tanta diosa, diocesilla, diócesis y diocesanos le preguntaran si había aprendido el oficio de la gran Atenea, lanzó un órdago y dijo : 
Atenea, que andaba pendiente de todo lo que se cocía dentro y fuera del Olimpo, porque ella era “toooda divina”, se pilló un buen mosqueo y decidió tomar cartas en el asunto, se disfrazó de anciana para no despertar sospechas, se acercó a ella y le dijo suavemente:
Este intento, desde mi punto de vista, de amilanar y persuadir a Aracne de mala manera, no hizo otro cosa que surtir el efecto contrario y esta con toda la razón del mundo, solo uno, el terrenal, ella no entendía de lo divino y bien que hacía con unos ovarios no tan divinos pero cuadrados, dijo que palante como los de Alicante, que viniese cuando quisiese y que ya se vería quien lo hacía mejor. A Atenea no le quedó otra que dar la cara y aceptar el reto y raudas y veloces comenzaron a tejer.
Atenea, endiosada ella, por lo tanto, totalmente vanidosa y predecible, representó sobre su tela a los doce dioses del Olimpo, la disputa que la enfrentó a Poseidón sobre el nombre que debía darse a la ciudad de Atenas y, en las cuatro esquinas, la derrota de los mortales que habían osado medirse con los dioses.
Aracne, valiente, osada y atrevida decidió representar sobre su tela las metamorfosis de los dioses y sus escandalosas intrigas amorosas: Europa y Zeus transformado en toro, Leda y Zeus convertido en cisne….en fin, como eran “los divain”.
Atenea no pudo objetar nada a un trabajo tan perfecto, así que me imagino que se puso hasta verde de la envidia y la rabia, lo que está claro es que se pilló un buen parraque, porque desgarró de un fuerte golpe la tela de la joven. Y aquí si que vine una parte de la historia que no me cuadra, pero bueno el miedo es libre, Aracne, aterrada porque veía que la otra se las gastaba de “las de Villa Diego”, intentó ahorcarse, a lo que Atenea toda bondadosa  decide apiadarse de ella y salvarle la vida, con dioses tan buenos como no nos vamos a someter ¡Ay el ser humano, si es que tenemos lo que nos buscamos!
Bueno, tampoco se crean que la dejó irse de rositas, a tanto no llegaba la benevolencia de Atenea, la condenó a que su vida pendiese de un hilo…la convirtió en araña.
Pues si, como la vida misma…Ateneas, Aracnes y la historia contada como viene bien ¿Qué no es justo?, no lo es, y para muestra de justicia injusta ya está este país “nuestro”.
Yo de la oposición siempre….me cojo Aracne.
La tela de araña, toda una obra de ingeniería, esas arañas, fieles compañeras de soledades, bellas.

Las ilustraciones, lo siento sólo tenía un lápiz, un rotulador morado y el móvil.

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