MARCELA Y ELISA EL DÍA DE SU BODA
Iglesia parroquial de San Jorge, La Coruña, 8 de junio de 1.901, Marcela y Elisa contraen matrimonio católico.
Se conocieron en la escuela. Después de algún tiempo de separación, se volvieron a encontrar cuando ambas estudiaban Magisterio. Acabadas sus carreras, estas dos maestras gallegas, locamente enamoradas, fueron destinadas a dos aldeas vecinas, Dumbría y Calo, en la provincia coruñesa. Cada noche, Elisa recorría a pie los doce kilómetros que le separaban de Marcela para dormir juntas. Así durante dos años.
Pasado ese tiempo y cansadas de la clandestinidad, Elisa tomó una decisión. Cambió su aspecto físico, su corte de pelo, su vestimenta...y su nombre. Ya como Mario, se inventó un pasado: un padre ateo que no quiso bautizarlo y una infancia en Londres. Convenció al párroco de san Jorge, que lo bautizó, le dió la Primera Comunión y se pudo celebrar la boda.
El engaño fue descubierto algún tiempo después, por lo que tuvieron que abandonar el pueblo y mas tarde el pais, ya que se dictó una orden de busca y captura contra ellas.
Se sabe que en Oporto embarcaron rumbo a América, pero ahí se pierde la pista de estas dos valientes mujeres
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