27 abr 2014

MACRAMÉ DESHILACHADO.


Esa urdimbre poderosa que creamos,
con la trama inalterable de la confianza,
nos está siendo arrebatada,
por la tijera que corta nuestra alianza.

Los hilos han tejido sentimientos,
bordando las cenefas de vivencias,
con nudos que aparentan ser eternos,
y se rompen cual visillo ajado.

Enaguas que encierran mil secretos,
con tonos de alegrías y soledades,
que zurcimos mil veces con encajes,
y adornamos con blonda y filigrana.

Con festones tapamos las heridas,
las ausencias ocultamos con jaretas,
de volantes llenamos las carencias,
las presillas no cortaban nuestras alas.

El dedal protegía nuestros corazones
de los pinchazos que la vida daba.

No te olvides, mejor recuerda,
no es una amistad sobrehilada,
la llenamos de remates y pespuntes,
enhebrados con el alma,
todo eso no se pierde, se desgasta.

Ya no veo claridad en las puntadas,
los ribetes y los flecos ya no cantan,
no hay remiendo que arregle tanta angustia,
ni borlón que despierte tu desgana.

Hoy quisiera ser el lazo que te aprieta,
y soltarlo cual chorrera voleada,
ser tu cojín abullonado,
y volver al ajuar que ambos creamos,
con el costurero rebosante,
de bobinas, pasacintas y botones,
de hebras que se enredan sin quererlo,
de trocitos de vivencias compartidas,
de complicidad y anhelos.

Siento mi bastidor vacío,
sin frunces que realcen nuestro sitio,
ya no hay alfileres de colores,
solo cremalleras sin destino,
y vainicas encorsetadas.

Pero sé que volverán las lentejuelas,
si sabemos recordar esos patrones,
no se puede prever lo que sucede,
pero si recobrar lo que amarramos,
aquello que con imperdibles unimos,
y adornamos sin apenas nada,
que la vida no permite usar glacilla,
por eso hay que vivirla sin desgana.

No dejes que esa faja que te aprieta
te separe de los viejos ideales,
ni que nadie dirija lo que sientes,
que sentir sana. 

1 comentario:

  1. Gracias a tod@s l@s que me habéis felicitado, es una metáfora a la amistad que se resquebraja, vuestras palabras me halagan.

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